Una reserva ecológica cargada de historia y experiencias de los primeros colonos alemanes que arribaron a Ancud a mediados del siglo XIX ofrece el parque Mawünko, ubicado en el sector Lajas Blancas al suroeste de Ancud.

Mawünko, de la toponimia huilliche, “agua de lluvia” es el nombre de este emprendimiento que se remonta al año 2014 de la mano de un visionario medioambientalista.

Se trata de un predio de unas 130 hectáreas de superficie que combina la rica y variada flora y fauna con cauces de ríos estratégicos para la conservación de este frágil ecosistema chilote.

Carlos Cárcamo, propietario de Parque Mawünko, explica que el terreno fue adquirido en su momento para el fomento de la actividad ganadera. Sin embargo Mawünko ofrece mucho más que una alternativa para este rubro y que lo llevó a dar un giro en esta iniciativa.

“El destino inicial era la actividad ganadera, pero al poco andar empezamos a encantarnos con toda la riqueza natural que se encuentra en esta extensión de terreno y nació la idea fortuita del descubrimiento de estos cursos de agua”, contó Cárcamo.

La asesoría de la entidad Patagonia Rural fue fundamental para orientar la visión del proyecto ecológico permitiendo junto a la caracterización ambiental de la zona dar vida a senderos que invitan a recorrer y encantarse con las riquezas naturales.

La bióloga ambiental, Vanessa Durán, realizó un diagnóstico del Parque Mawünko reflejando la biodiversidad que ofrece la reserva entre antiguos bosques y animales propios de la fauna silvestre.

Sobre este punto detalló que “la caracterización ambiental del predio que derivó en la identificación de la flora, fauna, pero también en una propuesta de ordenamiento del predio, porque hoy en día sí el turismo no se hace de una manera planificada y ordenada puede ir en desmedro de la conservación”.

A la abundante flora y fauna se suman senderos, miradores, seis cascadas que dan vida a dos cuencas hidrográficas de Ancud: el río Pudeyi que desemboca en el Océano Pacífico y Mechaico que finaliza en el estuario del Pudeto.

El proyecto ha considerado la plantación de 2.800 árboles de nueve especies nativas ubicadas en una extensión de siete hectáreas. La planificación considera el visto bueno de la Corporación Nacional Forestal (Conaf) a través de un plan de manejo.

Se precisó que el parque Mawünko podría abrir sus puertas para iniciar los primeros circuitos turísticos para el mes de diciembre.